miércoles, 25 de abril de 2007

espera


La espera es un acto de fé y de ilusión a la par. Nos devuelve al terrirorio de la infancia donde, a cada momento esperábamos y desesperábamos porque no llegaba el objeto de nuestros deseos.

Decía, creo, Fernando Fernán Gómez que los actores son esas personas a las que se les paga por esperar.

El acto de esperar va paralelo al de la ilusión. De jovenes, enamorados, nos pasabamos la vida esperando lo que luego, cuando llegaba, no era siempre lo que habíamos creado y recreado en las horas, lentas, del esperar.

La espera tiene algo de acto tejedor, entretenimiento que consiste en trenzar los materiales que luego se convertirán en prendas, generalmente de abrigo. También en desesperación que es cuando unos guantes acaban convertidos en mitones, una bufanda en bolso, un jersey en cojín.

Esperamos, nos esperamos a nosotros mismos, tan dispuestos a darnos como a negarnos.

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